Diego Moya (Jaén, 1943)
A lo largo de su extensa carrera artística, Diego Moya ha profundizado los límites y símbolos de la abstracción expresionista a través de múltiples proyectos y manifestaciones artísticas, alternando entre arquitectura, pintura, escultura e instalación. En su etapa más actual, retoma el trabajo con las cajas de luz y sus mundos cuánticos -piezas cubicas con láminas de metacrilato talladas a mano y una tenue luz interior- que ya había iniciado en los años 70, cuando una beca de la Fundación Juan March le posibilita la investigación de nuevos materiales, y recibe por ellas el Premio Polémica de galerías de Madrid. El crítico de arte y director del Museo CGAC Santiago Solana escribe “retomar al cabo de muchos años el proyecto de las cajas de luz, actualizando técnicas, materiales o dimensiones, creando también instalaciones inmersivas, es quizás la consecuencia de esa constante latencia y presencia de las ideas que lo pusieron en marcha, y de esa permanencia de la luz “sideral” o “experimental” en su pintura, pero también pesa la pertinencia de un momento histórico y tecno-científico que permite muchas posibilidades técnicas y una precisión, que en los años 70 eran inalcanzables y el proceso tenía más de artesanal que de tecnológico”.
Ya en su primer contacto con estas piezas reflexionaba: “me resultaba sorprendente como etapa inicial y de arranque de un artista que se había desarrollado posteriormente como pintor (…) es un trabajo donde aparece muy claramente la fusión entre lo gestual matérico de la pintura y lo tecnológico- industrial. Aunque esta dualidad siempre ha estado presente en la obra de Diego Moya, quizás no era fácil entenderlo como una característica central de su trabajo, o al menos así era para quien escribe, antes de que se produjera la recuperación de las cajas de luz con la ambición de convertirlas en dispositivos interactivos, perceptivos e inmersivos y no solo contemplativos.”
Entre sus trabajos destacan la Instalación-Mural de Usera, en Madrid, en 1994, por la que obtiene el Primer Premio de Intervenciones en el Espacio Público; la fundación de la Asociación MEDOCC, que lleva a cabo programas de intercambio cultural artístico en el Mediterráneo desde 1999 y por la que obtiene el Premio 14,4; y el proyecto “Gigabytes de Piedra” que, con sus variaciones sucesivas, ha conllevado exposiciones en Marrakech, Rabat, Segovia y Alcalá de Henares. Su actividad expositiva también la ha llevado a museos, centros y galerías de Amsterdam, Bruselas, Amberes, Casablanca, Tetuán, Tánger, Emiratos Árabes Unidos, etc. Su obra forma parte de colecciones como la Fundación RNC de Japón, el Palacio Real de Rabat en Marruecos, la Fundación AENA en España, la Fundación Antonio Pérez de Cuenca, el Museo de Unión Fenosa de la Coruña, la Fundación Nova Caixa Galicia, la Calcografía Nacional de Madrid, el Museo de Arte Contemporáneo de Navarra, y la colección Laurens A. Daane de Holanda, entreo otros.
Catálogo digital:
Obras disponibles de Diego Moya en Aurora Vigil-Escalera Galería de Arte:
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